Sobre el uso efectivo de la inteligencia de negocio (I)

27 septiembre, 2012

Las predicciones de los analistas (Gartner, IDC), los estudios de prospectiva (Bloomberg, Aberdeen, McKinsey), las noticias de los periódicos respetables (New York Times) y, sobre todo, la presencia mediática y la presión comercial de los proveedores de productos y servicios, nos hacen creer que la extensión de los productos y servicios de inteligencia de negocio, desde los cuadros de mando directivos, los datawarehouse, hasta la gestión del “diluvio de datos” (los big data) es un fenómeno universal e imparable, bien robusto y al que ninguna empresa debería resistirse. Nos hemos referido a ellos en otras entradas.

FUENTE: Wikipedia. Licencia CC

La realidad, como otras veces, es un pozo más tozuda. Y acaso por las características, complejidad y riesgos de esta clase de soluciones, la tozudez está más justificada que nunca.

Con ocasión de un encargo de la profesora Isabel Guitart para el renovado Máster en Inteligencia de Negocio de la UOC, he visitado algunos estudios recientes sobre la implantación real y el uso efectivo de los sistemas de inteligencia de negocio en las empresas.

En su famoso análisis del estado de situación de las empresas con relación a la implantación de la inteligencia analítica, Davenport y Harris (2007), establecían 5 estadios: 1) los “impedidos” (impaired), o sea los que vuelan a ciegas y no tienen datos; 2) los “silos analíticos”, donde cada departamento tiene su información basada en los sistemas transaccionales; 3) los que tienen “aspiraciones analíticas”, o sea que intentan construir información homogénea y común a partir de la información departamental; 4) las “compañías analíticas”, que suelen construir una capa de inteligencia por encima de su ERP; y 5) las “compañías que compiten analíticamente”, o sea que tienen sistemas corporativos desarrollados, analistas profesionales y utilizan la inteligencia de negocio para obtener ventajas competitivas.

Más o menos a partir de esa clasificación hay un par de estudios recientes de Bloomberg Businessweek Research Service y del Aberdeen Group.

Según Bloomberg, aunque un 97% de las empresas entrevistadas con ingresos superiores a 100 millones de dólares están usando herramientas de inteligencia de negocio (whatever it means) y se ha creado un sentimiento colectivo de su importancia, sólo una de cada cuatro considera que su uso ha sido “muy efectivo” para mejorar el proceso de toma de decisiones.

Las empresas todavía se encuentran en un estado “emergente”, con silos de información basados en las viejas herramientas, como hojas de cálculo. La intuición continúa siendo la manera habitual de tomar decisiones. El mayor problema para la extensión de sistemas de análisis y de una cultura de toma de decisiones basada en los datos es la baja calidad de la información. La mayor parte de las organizaciones no cuentan con talento especializado para hacer uso de los sistemas de que disponen y aplicar sus resultados. Y, finalmente, pero no en último lugar, no existe una cultura de empresa orientada a la adopción y aprovechamiento efectivo de los sistemas de inteligencia de negocio, o sea, una cultura de empresa que toma decisiones basadas en los datos y premia a los que lo hacen.

El estudio de Aberdeen se refiere a la implantación del BI en la pequeña y mediana empresa, es bastante específico y es de los pocos que relaciona el desarrollo de la inteligencia analítica con los resultados empresariales y con las claves de éxito para su adopción y extensión. Y los resultados son mejores.

Lo explicaremos en una próxima entrada, si tenéis paciencia. Además, daremos algunas otras buenas noticias, para los que escojáis este camino profesional.

Nota: De todas las versiones posibles de El pensador de August Rodin, he escogido esta del Museo de Cleveland, atacada por una bomba en 1970. El pensador, en sus diferentes versiones y copias, es quizá la obra escultórica que mayor número de agresiones de cualquier procedencia y signo político ha sufrido en todo el mundo. ¿Por qué será?

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Autor / Autora
José Ramón Rodríguez
Profesor de Dirección de Sistemas de Información, Gestión de Proyectos y Business Intelligence de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y consultor de empresas independiente.
Comentarios
Posicionamiento Organico28 septiembre, 2012 a las 12:10 pm

Muy interesante ! Totalmente recomendable!

Un gran blog y de calidad, no lo conocia, pero lo visitaré continuamente, seguir trabajando así de bien =) !

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Josep18 diciembre, 2014 a las 12:19 pm

La diferencia entre una empresa «impedida» y una que «compite analíticamente» no es precisamente escasa, disponen de sistemas más avanzados para tomar estrategias en base a datos y no a ciegas como las primeras

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