Un mundo en conflicto: los datos del UCDP revelan récords históricos en 2024
02/09/2025El mundo ha superado un umbral inquietante: según los nuevos datos publicados por el Uppsala Conflict Data Program (UCDP), en 2024 se registraron 61 conflictos armados entre estados, la cifra más alta desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Según muestra la Figura 1, se observa un aumento sostenido del número total de conflictos armados entre 1946 y 2024. La gran mayoría son conflictos intraestatales —dentro de un mismo país—, aunque a partir del año 2010 se observa un fuerte aumento de los conflictos intraestatales internacionalizados, es decir, guerras civiles con implicación directa de otros estados.
Estas nuevas cifras, publicadas en el Journal of Peace Research por Davies et al. (2025), confirman que la violencia organizada ha llegado a su nivel más alto en décadas. A pesar de que el número de muertes por conflicto disminuyó ligeramente —de 160.300 en 2023 a unos 159.800 en 2024—, el número de conflictos activos aumentó, lo que indica que la guerra se extiende geográficamente, aunque algunas de las batallas más brutales son algo menos intensas que en años anteriores.
Ninguna otra región ilustra este cambio tan claramente como África. Con casi 30 conflictos activos, el continente africano sigue siendo la zona más afectada por la violencia armada —una cifra que casi se ha duplicado en la última década—. Desde las insurgencias yihadistas en el Sahel hasta la fragilidad estatal en la región del Cuerno de África, el continente soporta una carga desproporcionada de la violencia mundial. Ahora bien, las víctimas mortales en África disminuyeron un 17 % este año, gracias, sobre todo, a la reducción del conflicto en Burkina Faso y Somalia.
Otro motivo de alarma es que los conflictos entre estados se han duplicado, pasando de dos casos en 2023 a cuatro en 2024 —la cifra más alta desde 1987—. Incluyen, entre otros, la escalada entre Afganistán y Pakistán, y el conflicto entre los hutís del Yemen y potencias occidentales por el control de las rutas marítimas en el mar Rojo. Esta tendencia revierte décadas de descenso en las guerras entre estados.
También es preocupante el incremento de la violencia unidireccional, donde los civiles son atacados deliberadamente. En 2024, casi 14.000 civiles murieron en este tipo de ataques —la cifra más alta desde 2014—. El Estado Islámico (EI) fue su principal autor, responsable de miles de asesinatos, especialmente en la República Democrática del Congo. En Haití, grupos criminales ejecutaron a centenares de personas en la oleada de violencia más grave desde 2005.
A pesar de que los conflictos no estatales —entre milicias, bandas criminales o comunidades— han disminuido ligeramente tanto en número como en letalidad, la fragmentación de la violencia y la aparición de nuevos actores hacen que el mapa de conflictos global sea más complejo que nunca. En Bangladesh, por ejemplo, la agitación política se convirtió en violencia organizada, desdibujando los límites entre protesta y guerra civil.