Partidos de izquierda no convencionales, primarias y oportunidades de las mujeres en las disputas por el liderazgo
10/10/2025¿Por qué motivo es importante que los partidos políticos sean democráticos internamente? ¿Qué características debe tener una organización para ser realmente democrática? ¿Qué repercusiones tiene la carencia de democracia interna sobre la representación?
Cuando hablamos de organización interna nos referimos a la manera como un partido está estructurado formalmente y, en consecuencia, cómo funciona en la práctica. Desde hace ya un tiempo, la literatura ha discutido qué significa que un partido sea democrático internamente. Y, en este sentido, se han identificado algunos rasgos esenciales:
- La implicación formal de los miembros a través de votaciones, tanto en la selección de liderazgos como en la validación de decisiones.
- La existencia de un cierto grado de pluralismo y de procesos deliberativos.
- La distribución del poder a través de órganos en diferentes niveles.
De hecho, en los últimos años, muchos partidos han intentado incorporar estos elementos, al menos en parte, con el objetivo de proyectar una imagen de transparencia y horizontalidad. Uno de los mecanismos más extendidos ha sido la celebración de primarias para seleccionar los liderazgos.
Ahora bien, el uso generalizado de las primarias abrió la puerta a analizar sus consecuencias. Gideon Rahat, Reuen Y. Hazan y Richard S. Katz (2008) fueron los primeros en cuestionar la creencia de que una mayor democracia interna siempre refuerza la democracia del sistema político en su conjunto. Su estudio empírico mostraba que la ampliación de la base de participación en la selección de líderes podía acabar generando problemas de representación, especialmente para colectivos infrarrepresentados en política, como las mujeres.
Desde entonces, numerosos trabajos han profundizado en este dilema, centrándose sobre todo en la selección de líderes (Cross et al., 2016; Verge y Astudillo, 2019; Wauters y Pilet, 2015; Astudillo y Paneque, 2022). De este modo, la literatura señala que las primarias pueden comportar una mayor tasa de derrotas femeninas por dos tipos de factores:
- De demanda: las mujeres están presentes, pero no son escogidas.
- De oferta: las mujeres, sencillamente, no se presentan.
En cuanto a la demanda, cuando los miembros de un partido seleccionan entre candidatos del mismo color político, no pueden basarse en la etiqueta partidista y recurren a otros procesos y/o criterios para tomar la decisión, entre los cuales están los estereotipos de género. En consecuencia, las mujeres son a menudo percibidas como menos preparadas para liderar, hecho que las sitúa en desventaja. Otro de los problemas asociados a la demanda es cómo las primarias pueden generar problemas de coordinación: cada votante decide individualmente, y esto dificulta la construcción de consensos que puedan favorecer una representación equilibrada. En este sentido, las primarias pueden penalizar a las mujeres más que otros métodos de selección más cerrados, en que los equilibrios internos pueden jugar a su favor.
En cuanto a la oferta, las primarias pueden generar una falsa percepción de imparcialidad que lleva a mujeres con pocas opciones a competir, lo que deriva en un porcentaje elevado de derrotas femeninas, sin que esto implique necesariamente un mayor sesgo de los electores. Además, la cobertura mediática, que es clave para dar visibilidad a los candidatos, tiende a favorecer a los hombres y a invisibilizar a las mujeres, que a menudo son menos conocidas en los círculos políticos. Este conjunto de factores de oferta y de demanda muestra que el método de selección no solo influye en cómo se evalúan los candidatos, sino también en quiénes se animan a presentarse, contribuyendo así a mantener el sesgo de género en el liderazgo político.
En este sentido, en 2022, el profesor de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Javier Astudillo, y el profesor de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Andreu Paneque, publican un artículo en el que estudian la probabilidad de que una mujer candidata gane unas elecciones para liderar un partido político, y determinan qué problemas —si la demanda o la oferta— explican esta probabilidad. En este primer artículo, los autores demuestran que las mujeres candidatas tienen menos probabilidades de éxito que sus homólogos hombres en las primarias de partido, en comparación con métodos de selección más exclusivos. Además, los resultados del estudio demuestran que, a pesar de controlar el tipo de candidatos, los resultados muestran que las primarias siguen siendo perjudiciales para las opciones de victoria de las mujeres en contextos de competencia mixta. Por eso, los autores sugieren que el problema de las primarias es principalmente una cuestión de demanda. Es decir, la elección de aquellos que votan en las elecciones, no la presencia de las mujeres en estas. En consecuencia, el tipo de método de selección y, especialmente, el perfil de los participantes en el proceso de selección son factores clave para entender las dificultades de acceso de las mujeres a los cargos de liderazgo, tanto en partidos de centroderecha como de centroizquierda.
Aun así, las conclusiones del estudio del profesor Javier Astudillo (UPF) y Andreu Paneque (UOC) no se pueden extrapolar a todos los partidos políticos ni a todas las familias ideológicas, por dos razones principales. En primer lugar, el estudio no incluye los partidos no convencionales, sino que se centra exclusivamente en formaciones de centroderecha y centroizquierda, restringiendo así el análisis del efecto de los mecanismos de selección al ámbito de los partidos tradicionales. En segundo lugar, si el mecanismo que explica el efecto negativo de las primarias sobre las candidaturas femeninas es un problema de demanda —es decir, relacionado con quién escoge a los candidatos—, es plausible pensar que los miembros y los simpatizantes de los partidos verdes o de izquierda alternativa tengan una posición más extrema con la igualdad de género.
A partir de esta hipótesis, Astudillo y Paneque (2025) publican un artículo en el que se estudia si la ideología del partido puede moderar o modificar el efecto negativo de las primarias sobre las mujeres candidatas. Concretamente, el artículo Non-mainstream left parties, primaries, and women’s winning chances in leadership contests, plantea dos hipótesis:
- En primer lugar, que las candidatas mujeres tendrían más probabilidades de ganar primarias en partidos de izquierda alternativa o verdes que en partidos de centroizquierda o centroderecha.
- En segundo lugar, que el efecto negativo de las primarias sobre las posibilidades de una mujer de ganar un concurso mixto sería menor —o inexistente— en los partidos de izquierda no convencionales.
En este sentido, los resultados recientes de Astudillo y Paneque (2025) no encuentran evidencias estadísticas en que las candidatas mujeres tengan más probabilidades de ganar primarias en partidos verdes o partidos de la izquierda alternativa. Ahora bien, los autores sí detectan cómo el efecto negativo sobre las posibilidades de las mujeres de ganar unas primarias mixtas en comparación con los otros métodos de selección —congresos o selección por parte de la cúpula del partido— depende del tipo ideológico de partido.
En otras palabras, vemos que en los partidos de centroderecha y centroizquierda existe una diferencia de actitud hacia la valoración de las candidatas entre los miembros y/o simpatizantes del partido —personas que votan en las primarias— en comparación con los cargos de partidos —personas que votan en congresos y/o la selección por parte de la ejecutiva del partido—.
Para más información, puede consultar el artículo completo en:
Astudillo, J., & Paneque, A. (2025). Non-mainstream left parties, primaries, and women’s winning chances in leadership contests. Party Politics, 0(0). https://doi.org/10.1177/13540688251383623
Bibliografía
Astudillo, J., & Paneque, A. (2022). Do party primaries punish women? Revisiting the trade-off between the inclusion of party members and the selection of women as party leaders. Party Politics, 28(3), 496-506.
Cross, W., Pilet, J.-B., & Deschouwer, K. (2016). The selection of party leaders in contemporary parliamentary democracies: A comparative study. Routledge.
Verge, T., & Astudillo, J. (2019). The gendered effects of democratizing candidate selection: Assessing demand and supply dynamics in the case of closed primaries. Party Politics, 25(3), 281-291. https://doi.org/10.1177/1354068817710223
Wauters, B., & Pilet, J.-B. (2015). The impact of party primaries on women’s representation: A comparative perspective. In R. Murray (ed.), Gender quotas and the reform of political representation (pp. 73-92). Palgrave Macmillan. https://doi.org/10.1057/9781137015748_5