Cómo implementar con éxito la defensa online de las tesis doctorales

11 junio, 2020
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La pandemia de la Covid-19 ha sacudido también el mundo de las tesis doctorales. Más concretamente, ha provocado que los actos públicos de defensa de estos trabajos, habitualmente celebrados en espacios físicos ante un jurado, se empiecen a realizar en línea.

Esta opción no es nueva, y la UOC es buen ejemplo de ello, pero hasta la llegada de la pandemia era excepcional.

En las últimas semanas, muchas universidades de España han puesto a disposición de las y los doctorandos la opción de presentar sus tesis online. Una decisión justificada por el riesgo de perder oportunidades de contratos posdoctorales o de plazas en caso de que se aplace la defensa.

No en vano, la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (Crue) emitió un informe sobre procedimientos de evaluación no presencial a mediados de abril.

Así lo explicó Vanessa Jiménez Serranía, profesora de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC, durante el webinar La implementación de la defensa online de las tesis de derecho, celebrado el pasado miércoles 3 de junio en el marco del ciclo Docencia no presencial de emergencia.

La experta detalló qué normas regulan esta opción y qué aspectos técnicos y humanos se deben tener en cuenta si se decide celebrar en línea actos públicos de defensa de tesis.

Los aspectos jurídicos

En España, el Real Decreto 99/2011, de 28 de enero regula las enseñanzas oficiales de doctorado y establece unos requisitos que, subrayó Jiménez, también se deben cumplir online:

  • La universidad publicará la tesis antes de su defensa para que otros doctores puedan remitir observaciones sobre su contenido.
  • La tesis se evaluará en un acto de defensa en sesión pública ante los miembros del tribunal. Allí, los doctores presentes podrán formular cuestiones.
  • El tribunal emitirá un informe y la calificación global después de reunirse a puerta cerrada.
  • Si la calificación es de sobresaliente Cum Laude, se tiene que garantizar que el escrutinio de los votos para dicha concesión se realice en una sesión diferente.

Además, como la defensa de la tesis es un acto administrativo, recordó la profesora de la UOC, está regulada por la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público.

Esta norma admite que las sesiones se puedan hacer a distancia -si ello no contradice el reglamento interno de cada institución-, recoge expresamente las videoconferencias como medio y establece lo siguiente:

  • Se debe asegurar la identidad de los miembros y debe quedar constancia del contenido de sus manifestaciones y el momento en que se produzcan.
  • Se debe poder interactuar en tiempo real y así disponer de los medios adecuados durante la sesión.
  • Las sesiones se pueden grabar, archivando y custodiando los archivos resultantes.

Por ser actos administrativos, añadió Jiménez, las defensas de tesis doctorales deberían haber sido suspendidas con motivo del estado de alarma, salvo que el órgano pertinente autorizara el levantamiento de su suspensión.

En este sentido, detalló, lo que ha ido sucediendo es que, cuando un doctorando o doctoranda ha decidido optar por la defensa online de su tesis, lo ha solicitado a la universidad y el rector/a ha emitido una resolución para levantar la suspensión de la tramitación de dicha tesis.

En cualquier caso, continuó la experta, para poder realizar la defensa en línea se deben tener en cuenta los siguientes aspectos técnicos y humanos.

Los aspectos técnicos

Según la profesora de la UOC, para exponer públicamente la tesis, el informe de la CRUE estableció unas reglas que se han ido implementando en muchas universidades: publicitar el depósito de la tesis en la página web de la escuela de doctorado; abrir un plazo de solicitud, por correo electrónico, de consulta de la tesis; fijar fecha y hora para una sesión virtual de consulta, y celebrar dicha sesión, moderada por un empleado de la universidad, que permite el visionado, pero no la descarga o grabación del documento.

En cuanto al acto de defensa, Jiménez explicó que el mismo informe establece que se utilice el espacio o plataforma que sustenta la enseñanza virtual de la universidad en cuestión, para garantizar la privacidad y la seguridad de los datos.

Asimismo, remarcó los siguientes aspectos para lograr una defensa pública online ágil y acorde con la regulación:

  • Convocar el acto de defensa incluyendo el link directo para acceder a la sesión, para garantizar que es pública.
  • Que la plataforma que utilice la universidad sea fiable, tenga la posibilidad de grabar la sesión y que la grabación sea solo accesible al secretario/a.
  • Que todos los miembros del tribunal, y sus suplentes, posean una firma electrónica certificada.
  • Que exista la posibilidad de comunicarse mediante correo electrónico o formulario, así como de utilizar materiales de apoyo para la presentación.
  • Crear dos salas, una para la defensa y otra para la deliberación de los miembros del tribunal, donde solo ellos puedan acceder.
  • Comprobar previamente que todos los medios técnicos funcionen.
  • Que el secretario del tribunal verifique, de la forma que se considere más adecuada, la identidad del doctorando y de los miembros del tribunal.
  • Garantizar que todos puedan acceder con cámara y micrófono a la sesión.
  • Establecer un turno de intervenciones y preguntas, para facilitar la fluidez del acto.
  • Prever cómo actuar en caso de posibles problemas técnicos.
  • Que el secretario/a realice un acta telemática.
  • En el caso de la calificación Cum Laude, encontrar el mecanismo para que sea secreta; las distintas universidades lo han solucionado de maneras varias.

Jiménez apuntó que, a pesar de que la deliberación del tribunal debe ser secreta, la normativa establece que se puede grabar, tanto online como offline. La experta apuntó que esta cuestión puede suscitar debate en los próximos tiempos.

Los aspectos humanos

Finalmente, la doctora de la UOC hizo hincapié en la necesidad de preparar bien este tipo de defensas, pues el medio es diferente: comunicarse a través de una pantalla, sin la misma posibilidad de moverse, captar las reacciones de los demás e interactuar, es todo un reto.

Por ejemplo, indicó, el doctorando o doctoranda debe ensayar más exhaustivamente no solo cómo hablará del contenido, sino la forma en que se expresará, cuidando el lenguaje no verbal y también la imagen. Igualmente, debe poder fijarse, a través de la pantalla, en el lenguaje no verbal de los miembros del jurado.

Por todo lo expuesto, concluyó Jiménez, la presentación online de las tesis doctorales puede ser un medio excelente, pero tiene sus pros y sus contras, especialmente en el aspecto humano, así que su uso debería quedar a elección del doctorando.

A continuación puedes ver el webinar impartido por la profesora Vanessa Jiménez:

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Autor / Autora
Periodista col·laboradora
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