Speed vs velocity en la innovación empresarial

4 mayo, 2023
Foto de Max Rahubovskiy en Pexels.

Este año el MWC23 llevaba como lema “Velocity, Unleashing tomorrow’s technology- today”. Este slogan pone de manifiesto la importancia de la velocidad a la hora de tomar decisiones cuando se trata de tecnología e innovación. El lema ha pasado algo inadvertido dentro del contexto de un congreso internacional que es capaz de atraer miles de visitantes y empresas punteras del ámbito de la tecnología de todos los lugares del mundo.

La traducción del eslogan original en inglés no recoge la sutileza de ese idioma respecto a la contraposición de dos palabras que aparentemente están relacionadas con el concepto de velocidad, como son speed y velocity.

MWC23
Fuente: MWC23

La palabra «speed» se refiere a la rapidez o la velocidad a la que algo se mueve, sin tener en cuenta la dirección, mientras que, por otro lado, la palabra «velocity» también se refiere a la rapidez o velocidad, pero incluye la dirección del movimiento. Así por ejemplo podríamos decir que un vehículo se mueve a 100 kilómetros por hora (speed) pero también podríamos añadir que se mueve en dirección Norte (velocity). En términos físicos, la velocidad es una variable vectorial, lo que significa que tiene magnitud y dirección, mientras que speed es una variable de tipo escalar.

Relación de la variable “velocity” y la innovación empresarial

Todo el mundo estará de acuerdo con que la rapidez en la implementación de nuevas ideas y la dirección en la que se aplican pueden ser importantes para mantenerse competitivos en un mercado cambiante. Si una empresa no puede adaptarse rápidamente a los cambios del mercado, puede quedarse rezagada en comparación con empresas que sí lo hacen.

La innovación puede tomar muchas formas, desde innovaciones incrementales hasta innovaciones disruptivas. Las innovaciones incrementales pueden implicar mejoras graduales en productos o procesos existentes, mientras que las innovaciones disruptivas pueden cambiar radicalmente la forma en que se hacen las cosas y transformar completamente un mercado. La capacidad de cambiar rápidamente y de manera efectiva en respuesta a nuevas oportunidades o amenazas de la competencia es esencial para tener éxito en el desarrollo y la implementación de innovaciones. Esto está relacionado con la «speed» y «velocity» en términos de la rapidez y dirección en la que una empresa puede implementar una innovación. 

El time-to-market y la innovación empresarial

El time-to-market, es decir el tiempo que se tarda entre la concepción de un producto y el momento en que efectivamente está disponible para la venta, es uno de los indicadores más utilizados en términos de innovación y de medida de nuestra competitividad. Siendo, como es, un indicador relevante, es sumamente complicado conocer el valor de dicho indicador para otras empresas. Para ello se requeriría conocer datos confidenciales que no son fácilmente recopilables. Para una determinada empresa competidora contestar a la pregunta: ¿Cuándo se inició el proyecto o nació la idea del nuevo producto?. tiene muy difícil respuesta sí no estamos implicados en el día a día de la organización. Esa ambigüedad es uno de los pilares de las ventajas competitivas sostenibles.

Es precisamente el concepto de innovación y su vínculo con las ventajas competitivas sostenibles otra de las claves. La velocidad de la innovación supone una ventaja cuando el objetivo es realizar y colocar productos disruptivos (Christensen, 2013). Las empresas líderes en cada uno de sus sectores son la referencia en indicadores de time-to-market reducidos, y las empresas followers o seguidoras no pueden seguir ese ritmo de innovación, limitándose a tratar de reproducir estrategias y tácticas de las empresas líderes. Propongo formularse las siguientes preguntas: ¿Cuánto tiempo necesito para lanzar al mercado un nuevo producto?, ¿cómo se mide ese tiempo: en días, meses, semanas, meses?, ¿es un tiempo razonable?, ¿es mucho/poco/demasiado tiempo si lo comparo con la competencia?, ¿puedo acortarlo?, ¿de qué manera? Este ejercicio de análisis es muy potente y puede ayudar mucho a las empresas a desarrollar su estrategia de innovación y avanzar en términos de “velocity” aplicado a la innovación.


Referencias

Christensen, C. M. (2013). The innovator’s dilemma: when new technologies cause great firms to fail. Harvard Business Review Press.

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Autor / Autora
Doctor en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Barcelona. Profesor y Vicedirector de Programas Emergentes de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
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