Llega el Carnet de Buen Turista (por puntos)

20 septiembre, 2018

TURISMO – Artículo publicado a 20 de Septiembre de 2018.


No, tranquilos, el título es una trampa para atraer a la lectura de este post. Aún no ha llegado el Carnet de Buen Turista; pero debe ser que estamos de vuelta de vacaciones y las ocurrencias acuden con mayor libertad a la cabeza. Pensando, viendo noticias del lejano oriente y series de occidente, he tenido esta ocurrencia futurista como cura de ciertas externalidades negativas por tanto visitante. Pura elucubración postvacacional.


Sucede que la actividad turística está en el ojo de la polémica y es difícil encontrar un medio que no comente periódicamente los males que atrae el turismo a según que destinos, barrios, monumentos, recursos naturales o poblaciones locales. La saturación parece evidente en algunas geografías y emplazamientos que comienzan a poner límite a las visitas; o que pretenden supervisar el comportamiento de los turistas, multas mediante. Se menciona al turismo como la actividad legal más depredadora y conceptos como turismofobia o turistificación se vuelven comodín en los debates sobre la materia. Sin duda, los turistas son depredadores complejos, que no solo son capaces de comer paellas precocinadas sino que en su masificación modifican escenas socioculturales locales hacia otras probablemente más consumibles.

Al investigador turístico apenas le da tiempo a manejar la marabunta. Éramos una disciplina tranquila, mezcla de muchas ciencias, y ahora somos un dilema existencial moderno. Turismo o no turismo, he aquí la cuestión. Pues bien, si el turismo sigue creciendo, si los turistas siguen multiplicándose, si los mismos destinos reciben más y más visitas, habrá que empezar a buscar soluciones innovadoras. Así que porqué no un Carnet de Buen Turista imprescindible para visitar ciertos destinos sensibles a las prácticas de los visitantes.

Los criterios para conseguirlo podrían ser fáciles o restrictivos. Sencillo sería si todos pudiéramos conseguirlo simplemente con un certificado de penales que demuestre que no tenemos ninguna condena por atentado contra el patrimonio o piromanía, por ejemplo. Más complejo sería si necesitáramos visitar algunos complejos turísticos menos sensibles, socios de los más delicados (cual franquicias), que otorgaran el carnet tras monitorear nuestra actividad en los mismos. Solo una vez conseguido el carnet quizá podríamos visitar los destinos sensibles. Sería una manera de discriminación más allá de los disuasorios precios astronómicos para seleccionar los turistas que visitan un destino. Evitaríamos la dictadura del poder adquisitivo que no dicta el comportamiento responsable del que lo tiene.Poderoso caballero es don din don, don din don, Don Dinero.

Otra bondad del Carnet es que se podría perder, como el de conducir. Tras un mal comportamiento en cualquier destino se te restarían puntos y adios a esa visita a Machu Pichu. Eso te vale por turista hooligan. ¿Existirían cursos para poder recuperar los puntos? ¿Es el turismo un derecho inalienable y esta una idea improcedente? Hagan sus apuestas otoñales, se acabó el verano, comienza un nuevo curso.

(Visited 36 times, 1 visits today)
Autor / Autora
Profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Responsable de asignaturas de Turismo y TIC en el Grado en Turismo, y en el Máster en Turismo Sostenible y TIC.
Comentarios
Deja un comentario