Las dificultades del lenguaje como factor de riesgo en la delincuencia juvenil

26/10/2022
Foto: Unsplash.

¿Existe relación entre las dificultades del habla, el lenguaje y la comunicación y la delincuencia juvenil? ¿Influye de alguna manera el desarrollo del lenguaje en la adolescencia en el aumento de los riesgos para la salud mental? Estas son algunas de las preguntas que trató de responder Karen Bryan, doctora, experta en logopedia y vicerrectora de la York St John University, durante su intervención en la 5ª Jornada Trastornos de la Comunicación y la Deglución: Peritaje judicial del TDL/TEL.

Bajo el título «Speech, language and communication difficulties in young offenders» (‘Dificultades del habla, lenguaje y comunicación en menores infractores’), la conferencia no solo buscó respuesta a esas cuestiones, sino que sirvió para conocer de cerca los resultados de intervenciones de logopedia en delincuentes juveniles y menores tutelados. A continuación, recogemos las claves principales de la intervención de Karen Bryan durante esta jornada organizada en el marco del grado de Logopedia de la UOC y la Uvic-UCC.

Dificultades del habla, educación y vulnerabilidad

Los trastornos del desarrollo del lenguaje están caracterizados por una dificultad perseverante en la comprensión y/o la expresión oral. La literatura científica ha recogido en muchos casos cómo estos trastornos afectan al rendimiento académico, las interacciones sociales, la calidad de vida o las oportunidades laborales de quien los sufre. Además, aumentan el riesgo de sufrir problemas de conducta y problemas psicológicos a largo plazo.

“No ser capaz de entender las cosas al nivel que un niño se supone que debe entenderlas hace que sea muy difícil para quien sufre estos trastornos participar del sistema educativo. Es decir, los hace más vulnerables”, señaló Karen Bryan. Para la experta, los trastornos del habla, el lenguaje y la comunicación desencadenan una serie de riesgos compuestos que hay que tener en cuenta. A mayor dificultad de expresión y comprensión, mayor riesgo de sufrir dificultades para la alfabetización y de ser excluido del sistema educativo. A su vez, esto aumenta los riesgos de desarrollar problemas de salud mental y de conducta y, a la larga, de delincuencia.

Los trastornos del desarrollo del lenguaje en la niñez y la adolescencia aumentan el riesgo de sufrir problemas de conducta y problemas psicológicos a largo plazo.

“Sabemos que las dificultades del habla, el lenguaje y la comunicación son un factor de riesgo para la delincuencia. Pero esto no significa que todos los niños y jóvenes que tengan estas dificultades vayan a ser delincuentes”, añadió Bryan. Según los datos de Reino Unido presentados durante la conferencia, el 63 % de los menores tutelados en el país tiene algún tipo de trastorno del lenguaje y más del 60 % de menores en riesgo de ser excluidos del sistema educativo tiene dificultades del habla, el lenguaje y la comunicación.

Para Bryan, también es importante tener en cuenta que el desarrollo del lenguaje (tanto oral como escrito) y la comunicación continúa más allá de la niñez, durante la adolescencia y la juventud. Un correcto desarrollo en estas etapas es clave para alcanzar logros académicos y laborales y lograr independencia económica. Si bien los estudios son menos abundantes que con niños, en adolescentes también se ha encontrado una relación directa entre los riesgos de caer en la delincuencia y las dificultades para comprender narrativas y transmitir información.

Además, estas dificultades se multiplican una vez los menores pasan a estar involucrados en procesos judiciales. “Puede llegar a ser muy difícil para las personas con dificultades de comunicación hacer frente a las demandas de comunicación del sistema de justicia: un lenguaje especializado, un vocabulario desconocido y unos procesos legales complejos”, concluyó Karen Bryan.

Los efectos de la terapia: un caso práctico

Durante su conferencia, Bryan se sirvió también de un caso real para exponer hasta qué punto los trastornos del lenguaje habían multiplicado los riesgos de exclusión y de sufrir problemas mentales y de comportamiento de una persona a lo largo de su niñez y su adolescencia. Además, expuso los resultados positivos que puede tener en muchos de los casos la intervención de un logopeda y, en particular, la aplicación de un programa intensivo de vigilancia y supervisión (ISSP, por sus siglas en inglés).

Para ello, utilizó los datos de un estudio desarrollado por ella misma y otros investigadores en el año 2011, durante el cual se pusieron a prueba una serie de intervenciones encaminadas a mejorar las capacidades de comprensión y escucha, la expresión y las habilidades sociales de un grupo de menores de 11 a 17 años que habían mostrado problemas de conducta y habían sido excluidos ya del itinerario educativo habitual.

El estudio mostró que la mayoría (un 75 %) mejoraron sus capacidades de lenguaje y comunicación, pero también probó que existe la necesidad de establecer programas de evaluación rutinaria para analizar la realidad de los jóvenes con problemas de comportamiento o problemas escolares y así poder detectar dificultades de comunicación de forma temprana. “Los casos del estudio nos muestran sin lugar a dudas que, a pesar de que muchos menores participan en programas de asistencia social o tutelaje, en la mayor parte de los casos los trastornos del habla, el lenguaje y la comunicación pasan desapercibidos”, concluyó la investigadora.

Es necesario establecer programas de evaluación rutinaria para analizar la realidad de los jóvenes con problemas de comportamiento y así poder detectar dificultades de comunicación de forma temprana.

Además de la ponencia inaugural a cargo de Karen Bryan, durante la 5ª Jornada Trastornos de la Comunicación: Peritaje judicial del TDL/TEL también se pudo escuchar un interesante debate sobre el desarrollo del lenguaje durante la etapa escolar, moderado por Alfonso Igualada  y con la participación de los expertos María Arche, Josep Quer y la propia Karen Bryan, así como una serie de ponencias breves sobre trastornos del lenguaje en población infantil a cargo de jóvenes logopedas investigadores como Mario Figueroa González y Nadina María Gómez Merino.

Recupera la 5ª Jornada Trastornos de la Comunicación: Peritaje judicial del TDL/TEL aquí [EN]:

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