3 retos para la igualdad de género en los EIMT

3 marzo, 2020
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(Més avall trobareu la versió en català d’aquest contingut.)

En el marco del Día de la Mujer compartimos los tres retos para la igualdad de género más urgentes para los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC.

1. Implantar la perspectiva de género en la docencia y el conocimiento

Los procesos de producción del conocimiento se han basado históricamente en la ausencia de la visión, los conocimientos y los intereses de las mujeres. Este sesgo da lugar a una ciencia androcéntrica, que considera las explicaciones y los modelos masculinos como referentes universales. La ciencia, como otras actividades sociales, no está libre de intereses, prejuicios, relaciones de poder, estereotipos y supuestos ocultos. El principal sesgo androcéntrico es asumir que la igualdad de género rige tanto el mundo social como el mundo científico y cultural.

En la docencia, igual que en la investigación, la perspectiva de género implica revisar los sesgos androcéntricos de nuestras disciplinas y cuestionar los supuestos de género y los estereotipos de género ocultos.

Esta revisión conlleva incluir el conocimiento producido por las mujeres científicas y expertas, a menudo invisibilizadas en numerosas disciplinas, así como las perspectivas críticas que desvelan conceptualizaciones androcéntricas. Por otra parte, el análisis o la comparación de datos por sexo/género, para ser considerados perspectiva de género, deberían incluir un análisis que desvelara las causas y los mecanismos sociales y culturales que sustentan las desigualdades de género.

Por consiguiente, la perspectiva de género en la docencia implica la revisión de los contenidos de las asignaturas desde la óptica de las desigualdades entre hombres y mujeres. No debe fijarse únicamente en los contenidos de las asignaturas, sino que también puede implicar una revisión de las metodologías docentes y de las interacciones entre estudiantes y profesores en el aula.

Por lo tanto, los aspectos en los que se debe tener en cuenta la perspectiva de género dentro de la docencia son los siguientes:

1. Los aspectos profesionales (de género) de la disciplina
2. Las perspectivas críticas del conocimiento en la disciplina (sesgos de género, biografías y lenguaje/discurso)
3. La producción y el uso de los resultados de investigación de la disciplina
4. Las competencias en género (de la disciplina)
5. Las metodologías docentes empleadas
6. La participación en foros, congresos, seminarios, etc.

2. Formación de un nuevo perfil: el ingeniero consciente (mindful engineer) en una ingeniería sostenible

El nuevo contexto de la Agenda 2030, en el que están incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), nos marca las directrices de los tres ejes que nos permitirán llevar a cabo un desarrollo sostenible real, que son el social, el medioambiental y el económico, los tres interrelacionados.

El nuevo perfil del profesional de la ingeniería, consciente de la responsabilidad de su profesión (mindful engineer), tomará conciencia de las dos dimensiones de su profesión: una dimensión técnica (que incluye el conocimiento científico) y una dimensión social (que incluye los valores).

En consecuencia, dentro de la dimensión social encontraremos el ODS 5, Perspectiva de género, en el que nos queremos centrar.

Partiendo de esta base, las generaciones de profesionales de la ingeniería actuales y futuros están llamadas por la Agenda 2030 a que su profesión tenga poder e influencia en las direcciones que marcan los ODS. A la vez, teniendo en cuenta este nuevo escenario y para afrontar los nuevos retos que se acercan, el perfil del ingeniero/a exigirá «nuevas» capacidades, que complementarán las ya conocidas como «tradicionales».


Se requiere un nuevo profesional de la ingeniería, al que llamaríamos ingeniero/a consciente, dentro de una ingeniería sostenible. Todas estas nuevas capacidades que a la vez complementarán las tradicionales están inspiradas en algunos de los objetivos de sostenibilidad de la Agenda 2030.

La ingeniería todavía es un ámbito profesional dominado por hombres. Las características de masculinidad se imponen a las de feminidad, lo que empobrece las posibilidades de la ingeniería. Hay que añadir que en muchas ocasiones esta discriminación pasa desapercibida, incluso protegida y no criticada. Algunas de las características propias de la masculinidad pueden ser los procedimientos orientados a resultados, las relaciones jerárquicas y una fuerte competitividad, entre otras. En contraposición, las características propias de la feminidad que pueden aportar un equilibrio son los procedimientos orientados al desarrollo de un proceso, las relaciones interpersonales, el apoyo y la colaboración.

La incorporación de estas nuevas capacidades es ciertamente difícil porque depende de un gran conjunto de factores sociales (el género es una construcción social). Por lo tanto, nuevas visiones integrativas en todos los ámbitos de la educación y una normativa legal fuerte deberán ser parte de esta evolución.

Ahora bien, es cierto que la ingeniería necesita ambas partes. En este sentido, una ingeniería sostenible nos pide un profesional consciente que trabaje dentro de estructuras organizativas que tengan en cuenta estas capacidades complementarias, entre las que se encuentran las propias de la feminidad.

3. Queremos una universidad inclusiva, justicia social y calidad docente

Todos los estudiantes, independientemente de la disciplina que aprendan, tienen derecho a recibir una formación de calidad que los capacite para ser personas y profesionales concienciados y sensibilizados en relación con las desigualdades de género. Difícilmente podremos contribuir a erradicar discriminaciones por razón de género o de orientación sexual de nuestra universidad si los estudiantes no ven reflejadas en el currículo las diferencias en las condiciones de vida de hombres y mujeres —con sus múltiples diferencias y posiciones, el impacto diferenciado en unos y otros de la ciencia y su participación desigual en el conocimiento científico legitimado.

La promoción de una universidad inclusiva está fundamentada en la perspectiva inclusiva de la educación de la UNESCO desde hace mucho tiempo: An inclusive perspective on quality education is concerned with the need to ensure that learning opportunities contribute to effective inclusion of individual and groups into the wider fabric of society. Quality education is therefore education that is inclusive as it aims at the full participation of all learners. […] Focusing on quality education for enhanced inclusion implies identifying strategies for overcoming or eliminating the barriers to full participation for individuals and groups which experience discrimination, marginalization and exclusion or which are particularly vulnerable. (UNESCO, 2005, pág. 17)

Finalmente, como última conclusión de un tema que realmente sigue abierto a las nuevas expectativas de futuro de la construcción social global, está claro que el ingeniero ideal no existe, pero su perfil puede ser utilizado como guía en el horizonte para alcanzar la excelencia a la que aspiramos, puede ser concebido como ingeniero que está preparado para integrar lo mejor de la tradición conocida con las nuevas demandas de un presente incierto y es capaz de llevar a cabo esta integración. Probablemente equilibrio, en el sentido de una armonía dinámica, podría ser la palabra clave para sintetizar el tipo de ingeniero que el mundo exige hoy, un mindful engineer para un desarrollo global sostenible que en estos momentos tenemos que afrontar como profesionales de la ingeniería.

3 reptes per la igualtat de gènere als EIMT

En el marc del Dia de la Dona compartim els tres reptes per a la igualtat de gènere més immediats dins dels Estudis d’Informàtica, Multimèdia i Telecomunicació de la UOC.

1. Implantar la perspectiva de gènere en la docència i el coneixement

 

Els processos de producció del coneixement s’han basat històricament en l’absència de la visió, els sabers i els interessos de les dones. Aquest biaix produeix una ciència androcèntrica, que pren les explicacions i els models masculins com a referents universals. La ciència, com altres activitats socials, no està lliure d’interessos, prejudicis, relacions de poder, estereotips i supòsits ocults. El principal biaix androcèntric és assumir que la igualtat de gènere regeix tant el món social com el món científic i cultural.

En la docència, com en la recerca, la perspectiva de gènere implica revisar els biaixos androcèntrics de les nostres disciplines i qüestionar els supòsits de gènere i els estereotips de gènere ocults.

Aquesta revisió comporta incloure el coneixement produït per les dones científiques i expertes, sovint invisibilitzades en nombroses disciplines, i també les perspectives crítiques que desvelen conceptualitzacions androcèntriques. D’altra banda, l’anàlisi o la comparació de dades per sexe/gènere, per a ser considerades perspectiva de gènere, haurien d’incloure una anàlisi que desvelés les causes i els mecanismes socials i culturals que sustenten les desigualtats de gènere.

Consegüentment, la perspectiva de gènere en la docència implica la revisió dels continguts de les assignatures des de l’òptica de les desigualtats entre homes i dones. No s’ha de fixar únicament en els continguts de les assignatures, sinó que també pot implicar una revisió de les metodologies docents i de les interaccions entre estudiants i professors a l’aula.

Per tant, els aspectes en els quals s’ha de tenir en compte la perspectiva de gènere dins de la docència són els següents:

1. Els aspectes professionals (de gènere) de la disciplina
2. Les perspectives crítiques del coneixement a la disciplina (biaixos de gènere, biografies i llenguatge/discurs)
3. La producció i l’ús dels resultats de recerca de la disciplina
4. Les competències en gènere (de la disciplina)
5. Les metodologies docents emprades
6. La participació en fòrums, congressos, seminaris, etc.

2. Formació d’un nou perfil: l’enginyer conscient (mindful engineer) en una enginyeria sostenible

El nou context de l’Agenda 2030, en què estan inclosos els Objectius de Desenvolupament Sostenible (ODS), ens marca les directrius dels tres eixos que ens permetran dur a terme un desenvolupament sostenible real, que són el social, el mediambiental i l’econòmic, tots tres interrelacionats.

El nou perfil de l’enginyeria, conscient de la responsabilitat de la seva professió (mindful engineer), prendrà consciència de les dues dimensions de la seva professió: una dimensió tècnica (que inclou el coneixement científic) i una dimensió social (que inclou els valors).

En conseqüència, dins de la dimensió social trobarem l’ODS 5, Perspectiva de gènere, en el qual ens volem centrar.

Partint d’aquesta base, les generacions d’enginyers actuals i futures estan cridades per l’Agenda 2030 perquè la seva professió tingui poder i influència en les direccions que marquen els ODS. A la vegada, tenint en compte aquest nou escenari i per a afrontar els nous reptes que s’apropen, el perfil de l’enginyer exigirà «noves» capacitats, les quals complementaran les ja conegudes com a «tradicionals».

 

Es requereix un nou professional de l’enginyeria, que anomenaríem enginyer/a conscient, dins d’una enginyeria sostenible. Totes aquestes noves capacitats que a la vegada complementaran les tradicionals estan inspirades en alguns dels objectius de sostenibilitat de l’Agenda 2030.

L’enginyeria encara és un àmbit professional dominat per homes. Les característiques de masculinitat s’imposen a les de feminitat, cosa que empobreix les possibilitats de l’enginyeria. Cal afegir que en moltes ocasions aquesta discriminació passa desapercebuda, fins i tot protegida i no criticada. Algunes de les característiques pròpies de la masculinitat poden ser els procediments orientats a resultats, les relacions jeràrquiques i una forta competitivitat, entre altres. En contraposició, les característiques pròpies de la feminitat que poden aportar un equilibri són els procediments orientats al desenvolupament d’un procés, les relacions interpersonals, el suport i la col·laboració.

La incorporació d’aquestes noves capacitats és certament difícil perquè depèn d’un gran conjunt de factors socials (el gènere és una construcció social). Per tant, noves visions integratives en tots els àmbits de l’ensenyament i una normativa legal forta hauran de ser part d’aquesta evolució.

Ara bé, és cert que l’enginyeria necessita ambdues parts. En aquest sentit, una enginyeria sostenible ens demana un enginyer conscient que treballi dins d’estructures organitzatives que tinguin en compte aquestes capacitats complementàries, entre les quals hi ha les pròpies de la feminitat.

3. Volem una universitat inclusiva, justícia social i qualitat docent

 

Tots els estudiants, independentment de la disciplina que aprenguin, tenen dret a rebre una formació de qualitat que els capaciti per a ser persones i professionals conscienciats i sensibilitzats en relació amb les desigualtats de gènere. Així, difícilment podrem contribuir a erradicar discriminacions per gènere o per orientació sexual de la nostra universitat si els estudiants no veuen reflectides en el currículum les diferències en les condicions de vida d’homes i dones —amb les seves múltiples diferències i posicions, l’impacte diferenciat en uns i altres de la ciència i la seva participació desigual en el coneixement científic legitimat.

La promoció d’una universitat inclusiva està fonamentada en la perspectiva inclusiva de l’educació de la UNESCO des de ja fa molt de temps: An inclusive perspective on quality education is concerned with the need to ensure that learning opportunities contribute to effective inclusion of individual and groups into the wider fabric of society. Quality education is therefore education that is inclusive as it aims at the full participation of all learners. […] Focusing on quality education for enhanced inclusion implies identifying strategies for overcoming or eliminating the barriers to full participation for individuals and groups which experience discrimination, marginalization and exclusion or which are particularly vulnerable. (UNESCO, 2005, pàg. 17)

Finalment, com a conclusió final d’un tema que realment està ben obert a les noves expectatives de futur de la construcció social global, és clar que l’enginyer ideal no existeix, però el seu perfil pot ser utilitzat com a guia en l’horitzó per a arribar a l’excel·lència a la qual aspirem, pot ser concebut com a enginyer que està preparat per a integrar el millor de la tradició coneguda amb les noves demandes d’un present incert i que és capaç de dur a terme aquesta integració. Segurament, equilibri, en el sentit d’una harmonia dinàmica, podria ser la paraula clau per a sintetitzar el tipus d’enginyer que el món exigeix avui, un mindful engineer per a un desenvolupament global sostenible que en aquests moments hem d’afrontar com a professionals de l’enginyeria.

 

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Autores / Autoras
Dra. Ingeniera en Informática por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Profesora de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC. Pertenece al grupo de investigación INVENTA. Su trabajo de investigación se centra en el compromiso social de la tecnología.
Profesora de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC. Forma parte del grupo de investigación SMARTLearn (Smart eLearning systems and services).
Comentarios
Ana28 julio, 2020 a las 2:29 pm

Si de verdad se quieren evitar «los sesgos androcéntricos de nuestras disciplinas y cuestionar los supuestos de género y los estereotipos de género ocultos», quizá sería conveniente dejar de referirse a «características propias de la masculinidad» y «características propias de la feminidad». Porque considerar «características propias de la feminidad» capacidades como saber escuchar, tener sensibilidad y empatía o ser sociable es lo que relega a las mujeres en STEM a las actividades de organización, gestión o diseño, por no hablar de las expectativas más allá del propio desempeño laboral, tales como ser simpática y agradable, tomar notas en las reuniones, ser responsable de mantener buen clima laboral y escuchar mucho y opinar poco.

Creía que esto estaba superado y sólo se hablaba ya de soft skills y hard skills y se había llegado a la conclusión de que tanto hombres como mujeres debemos cultivar ambos tipos de capacidades para ser buenos profesionales. Este tipo de post, aunque bienintencionados, hacen más mal que bien, además de estar basados en premisas falsas. Las mujeres no somos más capaces de escuchar o cuidar, sólo lo hacemos cuando es lo que se espera de nosotras y catalogar estas capacidades como «características propias de la feminidad» ayuda a que se siga perpetuando el estereotipo.

Firmado: una mujer, ingeniera por la UOC y con «características propias de la masculinidad», al parecer.

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