Buenos propósitos en tecnología para el 2019

28 diciembre, 2018

Esperamos que este 2018 haya sido un año muy provechoso. Desde el Observatorio Tecnológico de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación, despedimos el año 2018 con algunos consejos para aprovechar la tecnología al máximo y no tener sobresaltos:

Lista de tareas (Fuente: Marco Verch @Flickr , Licencia: CC BY 2.0)
Lista de tareas (Fuente: Marco Verch @Flickr , Licencia: CC BY 2.0)

  1. Mantén tu software actualizado
    Asegúrate de estar trabajando con la versión más reciente del sistema operativo y las aplicaciones que estás utilizando. Son especialmente críticas aplicaciones como el navegador web, los lectores de documentos (PDF, Word), antivirus, etc. Puede ser prudente esperar un par de días antes de instalar actualizaciones que no sean críticas, por si da algún problema. Pero no es buena la costumbre de darle siempre al botón «pregúntame mañana» cuando hay una actualización.


  2. Guarda una copia de seguridad de tu información
    Haz una copia de tu información con frecuencia y guárdala en un lugar seguro. Según el tipo de información, utiliza la nube o dispositivos de almacenamiento externo para guardar tus copias. Si no saben qué regalarte, un disco USB externo puede permitirte guardar terabytes de información de forma segura, económica y automática.
    Eso sí, si optas por el disco duro externo, lo ideal es tener dos discos duros con la copia de seguridad (por si uno de los dos se estropea), e irlos alternando y guardar uno de ellos en casa de algún pariente o amistad.


  3. Cuidado con la información sensible
    Revisa las carpetas compartidas en servicios como Dropbox y Drive: controla con quién compartes la información y qué permisos, y ten cuidado con la información que publicas en estos espacios compartidos. Cubre la cámara de tus dispositivos cuando no los estés utilizando. Ten presente que algunos dispositivos pueden guardar una copia en la nube de la información con la que trabajas. Y no publiques información en redes sociales acerca de tu localización actual o tus actividades futuras: hay quien puede estar muy interesado en saber cuando no estás en casa.


  4. Gestiona tus contraseñas de forma segura
    No repitas contraseñas en diferentes equipos y servicios. No elijas contraseñas fáciles de adivinar, por ejemplo las basadas en datos personales y/o familiares. Cambia las contraseñas periódicamente (y sin trampas, no «recicles» contraseñas antiguas). Utiliza un gestor de contraseñas para generar y almacenar contraseñas seguras, como PassPack o KeePass.
    Además, comprueba si algunos de los servicios que usas han sido hackeados y tus datos de usuario han sido publicados. Páginas como Have I been pwned te permiten realizar este control… pero asegúrate que es la original: hay muchas copias que intentan engañarte para que envies tus datos. En caso de estar comprometido, no te agobies pero cambia tus contraseñas.


  5. Activa la autenticación de doble factor
    Activa la autenticación de doble factor en los servicios que utilizas para mejorar la seguridad. En caso de que alguien consiga tu usuario y contraseña, no podrá acceder a menos que disponga de tu teléfono móvil.
    Deberás tener presente que perder el acceso a tu teléfono móvil será un gran inconveniente. Los servicios suelen ofrecer códigos manuales para identificarte en estas situaciones, guárdalos como si fueran un tesoro.


  6. Activa un bloqueador de publicidad en el navegador
    Parte del malware que puedes encontrar en la web llega a través de anuncios maliciosos. Un bloqueador de publicidad te evitará algunos de estos dolores de cabeza.


  7. Controla el coste de los servicios que utilizas
    Si estás suscrito a algún servicio o proveedor de contenidos, haz un seguimiento de su coste. El coste puede ser complejo de evaluar y puede depender del uso. Ten presente cuánto te cuesta, cuándo se paga y cada cuanto tiene que renovarse. Asegúrate de elegir la tarifa más económica según el uso que le vayas a dar (p.ej. pago mensual versus pago anual, que suele ser más económico). Ten cuidado con los periodos de prueba «gratuitos» que se renuevan automáticamente: si no te das cuenta, pueden hacerte contratar un servicio que no deseas.


  8. Limita el uso de tus datos personales por parte de terceros
    Hoy en día muchos servicios están obligados a preguntarte si vas a ceder tus datos personales: recuerda que responder «no» es una opción… y seguramente sea la mejor para tí. Acuérdate de leer las condiciones para indicar que no autorizas a compartir tus datos con terceros o hacer uso de ellos con fines comerciales.
    No cedas tus datos alegremente, sin tener claro si el servicio vale la pena, o lo vas a utilizar realmente. Recuerda que en los servicios gratis «tú eres el producto» y vas a ser receptor de publicidad personalizada, y se elaborará un perfil de usuario/comprador que va a venderse o cederse a terceros.


  9. Infórmate sobre la conectividad de tus dispositivos
    Con el Internet de las cosas tenemos más información y control sobre los dispositivos que nos rodean.  Bombillas inteligentes, asistentes inteligentes en el hogar, electrodomésticos inteligentes… todos ellos ofrecen funcionalidades para monitorizarlos de forma remota. Asegúrate de conocer qué funcionalidades ofrecen y configurarlos para evitar accesos no deseados. Por ejemplo, el buscador Shodan permite encontrar algunos dispositivos mal configurados cerca de ti.
    Y no te olvides de los wearables que llevas encima: tu fitband puede estar registrando más cosas que tus constantes vitales, como por ejemplo tu posición. Y recuerda que tu teléfono móvil es un dispositivo con cámara, micrófono y GPS y, por tanto, puede recoger una gran cantidad de información personal (elimínala si no la necesitas).


  10. Limita el tiempo que pasas conectado
    Vídeo bajo demanda, redes sociales, videojuegos… Las opciones de entretenimiento digital pueden hacer que pases más tiempo del que sería saludable delante de una pantalla. Hay aplicaciones que te permiten controlar cuánto tiempo estás pasando delante de la pantalla y en qué lo utilizas, como por ejemplo ScreenTime de los dispositivos iOS. Otras aplicaciones como F.lux o EyeLeo te avisan periódicamente para que descanses la vista o realices ejercicios oculares. Úsalas para darte cuenta de cuándo es un buen momento para pasar tu estado a «desconectado».


  11. Asegura la ergonomía de tu lugar de trabajo
    Una buena iluminación, una buena silla, una buena postura, la temperatura adecuada, pausas para ejercitarse… todo esto es muy importante para asegurar que tu salud no se resiente de tu trabajo con un ordenador o dispositivo móvil. Asegúrate de disponer de una zona de trabajo cómoda y unas condiciones de trabajo idóneas. Además, utiliza las opciones de las aplicaciones (tamaño de letra, brillo) para hacer que el trabajo te sea más cómodo.
    Y piensa también en que el espacio sea “cómodo” para tus dispositivos: no pongas un ordenador o una pantalla cerca del radiador, por ejemplo.


¡Felices fiestas y próspero año nuevo!
Robert Clarisó es profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y director del Máster Universitario en Ingeniería Informática.
César Córcoles es profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y director del Máster Universitario en Desarrollo de Aplicaciones Web.
Desiré Gómez Cardosa es técnica de Investigación y Análisis de Tendencias del eLearn Center.
Josep Jorba es profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y director del Máster en Videojuegos.
Irma Vilà Òdena es profesora de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC.
Antoni Pérez Navarro es subdirector de Investigación del eLearn Center y profesor de física de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC.
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